
Revestimientos: Los revestimientos se caracterizan, porque son pinturas con un mayor grosor, por eso se suelen utilizar para el exterior, aunque también se utilizan para el interior. Los revestimientos se suelen utilizar para el exterior, ya que tienen una mayor durabilidad en el tiempo y suelen resistir mejor el sol, la lluvia y la humedad.
Imprimaciones: Las imprimaciones son un tipo de pinturas, que protegen las superficies y las preparan para obtener un mejor acabado. El dar una capa de imprimación antes de pintar, hace que la pintura se adhiera a cualquier superficie, evitando que la pintura se agriete o se desconche de la superficie. Podemos encontrar pinturas de imprimación para cualquier superficie.
Pintura plástica: La pintura plástica se caracteriza porque es lavable, seca muy rápido, se aplica fácilmente y cuenta con una amplia gama de acabados y tonalidades. Es muy recomendable para cubrir superficies de grandes dimensiones, tanto de interior como de exterior. Antes de secarse, puede eliminarse fácilmente con agua, tanto de las superficies que se hayan manchado como los utensilios utilizados para su aplicación. Esta es la mas utilizada en alta decoración.

¿MATE, SATINADO O BRILLO?
Pintura mate: Carece de brillo y es opaco, pero muy cubriente. Es lavable. La pintura mate se recomienda para interiores y superficies irregulares.
Pintura satinada: tiene un acabado más fino y lustroso que la mate. Es resistente a la suciedad y su composición, con un alto porcentaje de pigmentos, la hacen muy lavable. Puede aplicarse en paredes con gotelé o lisas.
Pintura brillante: con un acabado brillante, está indicada para superficies o áreas que se laven y limpien constantemente.
Por su composición, las pinturas pueden ser:
Impermeables: muy útiles para cubrir grietas y fisuras, e impedir que entre el agua y humedades.
Transpirables: recomendadas para superficies húmedas, como la escayola o el pladur.
Ecológicas: están compuestas por materias primas naturales, su impacto medioambiental es inferior al de productos sintéticos y no desprenden gases tóxicos.
Esmaltes: Sirven para renovar puertas, ventanas, muebles, vigas de hierro, rejas, etc. Existe una amplia gama de tonalidades y acabados. Se aplican fácilmente, pero hay que respetar el tiempo de secado que se indica en las etiquetas. Estos los podemos encontrar de dos tipos, sintéticos o acrílicos.
Esmalte sintético: Para diluirlos o limpiar los utensilios es necesario utilizar aguarrás.
Esmalte acrílico: Se diluyen fácilmente con agua, se seca rápido, no tiene apenas olor y es fácil de aplicar.
Barnices: Realzan, camuflan rasguños y protegen contra los efectos del sol y la lluvia a la madera. Son muy útiles para aplicar a la madera que está más expuesta al desgaste. Existen diferentes tipos de barnices, acabados y tonalidades. Según su composición, los barnices pueden ser al aceite, al agua o en spray. Elegir el más adecuado garantiza un acabado perfecto.